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Esquí: ¿qué es el derrapaje?

Seguro que lo habrás hecho decenas de veces pero desconoces su nombre. El derrapaje es una base técnica importante en esquí. Es fácil de aprender y sirve en numerosas situaciones.

En el derrapaje se une la fuerza que se ejerce sobre el lateral del esquí (inercia, fuerza centrífuga o gravedad) y una toma de canto débil. Su técnica resulta esencial para los esquiadores principiantes, pues les permite controlar rápidamente y de forma fácil la velocidad. Es también utilizada por esquiadores curtidos para frenarse o para pasar por lugares muy accidentados.

Clave: rodillas bien flexionadas

Al igual que lo que ocurre normalmente en esquí alpino, en este movimiento las rodillas juegan un papel fundamental. De hecho, su posicionamiento condiciona el agarre de los cantos de los esquís a la nieve.

Cuanto más se acerca una rodilla a la otra pierna, mayor será el ángulo que forma el esquí con la pendiente, lo que aumentará la toma de canto. Las rodillas deben estar imperativamente flexionadas y hacia delante.

Esta técnica, que consiste en derrapar, dejándose llevar, a través de la pendiente, permite pasar de forma segura por los lugares más difíciles.

¿Practicamos?  En una pendiente suave o media, sitúate de forma perpendicular a la pendiente. Como ocurre siempre que estás en dirección transversal a la pendiente, tu peso debe caer sobre el esquí del lado del valle (es decir, aquel que se encuentra más abajo en la pendiente). Para hacer esto, dirige ligeramente tu pecho hacia la pendiente, dirigiendo tu mirada hacia el valle.

Dobla tus rodillas y oriéntalas hacia la pendiente (el valle) para iniciar el derrapaje. Seguramente, vas a sentir que uno de los extremos del esquí (el delantero o el trasero) derrapa más rápidamente que el otro y que deja de estar perpendicular a la pendiente.

Si es la espátula la que derrapa más rápidamente que el extremo trasero del esquí, coloca tu peso sobre la cola para reequilibrase. Si es el extremo trasero del esquí el que derrapa más rápido, apóyate en la parte delantera del pie. El mecanismo de reequilibrio es fácil de controlar.